La ética de los dirigentes del Colegio Inmobiliario de Entre Ríos bajo la lupa
Se intensifica la crisis institucional y las críticas a la presidenta de la institución, María Paula Armándola, luego de que recibiera un reconocimiento por su “compromiso con la ética profesional”.
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Mientras se acrecienta la crisis institucional y crece el malestar entre los matriculados, la presidenta del Colegio Inmobiliario de Entre Ríos, María Paula Armándola, y su vice, Iara Defazy, fueron distinguidas “en reconocimiento a la ética profesional” durante el 3er. Congreso de Capacitación Profesional Inmobiliaria, realizado en Villa Carlos Paz, Córdoba.
Armándola y Defazy participaron como disertantes en un panel dedicado al tema “Colegios inmobiliarios”. Durante su intervención destacaron que los colegios “tienen el deber de controlar la ética y la matrícula profesional, brindando un servicio a la comunidad, y que son autosustentados por la matrícula de los profesionales”.
Además, ambas hicieron hincapié en la necesidad de que estas instituciones salgan de la zona de confort frente a los cambios en el contexto y las demandas. Sus dichos y el reconocimiento causaron mucho ruido entre los colegiados, a pocos días de que se celebre la Asamblea Ordinaria 2025, en la que se elegirán autoridades.
Los matriculados criticaron duramente la idea de que los dirigentes se atribuyan el control de la ética profesional y de que los Colegios se financien con las matrículas. Recordaron que Armándola mantiene silencio sobre los polémicos gastos millonarios que encaró su gestión, cercanos a los 81 millones de pesos. Entre los gastos figuran más de 600.000 pesos en un cuadro cuyo autor es “la pareja de la Presidenta”, señalaron.
De hecho, la denuncia de un centenar de colegiados que piden la remoción de Armándola y el actual consejo directivo advierte sobre la “utilización indebida y discrecional de recursos institucionales mediante el uso de la tarjeta de crédito del Colegio”, para gastos en perfumería, entretenimiento digital, multas de tránsito y trámites particulares.
María Paula es hija de José María Armándola, quien dirigió el CCPIER durante casi 30 años. Una de las colegiadas que participó de la denuncia contra Armándola señaló a este medio: “Como en otros ámbitos, en los colegios profesionales debe haber control. Cuando hay dinero, influencias, poco o mucho poder, olvidan que la institución es de todos y no de unos pocos”.
María Paula Armándola también se ha jactado públicamente de modificar los requisitos para matricularse en el Colegio: “Somos la única provincia en la República Argentina que va a empezar a pedir un título de grado universitario para poder ejercer la profesión de corredor público inmobiliario”, indicó el año pasado. Ahora, en el congreso en Carlos Paz dijo que esos cambios pretendieron jerarquizar la profesión.
Disconformes con su gestión y demandando respuestas que parecen no llegar, los colegiados en Entre Ríos tomaron con ironía el reconocimiento a Armándola por su compromiso con la ética profesional. Y aunque la presidenta del Colegio sigue defendiendo lo contrario, los profesionales cuestionan “la flexibilización y alteración de los requisitos legales de matriculación”: detectaron la admisión de solicitudes de matriculación que no cumplían con las condiciones mínimas exigidas por la normativa vigente.
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