La citricultura en Entre Ríos atraviesa un período de contrastes marcados. El año 2024 fue una campaña que, si bien no alcanzó niveles históricos, se acercó a una superproducción, lo que podría haber generado serios inconvenientes de mercado por sobreoferta. Sin embargo, el buen precio internacional del jugo permitió sostener una demanda sólida desde la industria, lo que terminó por salvar la temporada.

En diálogo con el programa “Lo Que Queda del Día” de Oíd Mortales Radio, la presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER), Melania Zorzi, trazó un panorama realista: “Uno siempre quisiera traer buenas noticias, pero no siempre se puede”, comenzó diciendo, en plena campaña de recolección de citrus dulce en la región.

Para 2025, las proyecciones indican una fuerte caída en la producción, estimada entre un 30 y un 40% menos respecto del año anterior. Esta disminución, producto de factores climáticos como heladas tardías y la propia alternancia productiva del cítrico, podría equilibrar la oferta y sostener los precios. No obstante, el contexto de mercado es más complejo. “El mercado está más pesado, los precios del jugo están a la baja y el consumo interno difícilmente pueda salvar el año con el poder adquisitivo crujiente”, explicó Zorzi.

La dirigente señaló que el panorama general es difícil: “Todos los costos se han incrementado: mano de obra, energía, impuestos, insumos… pero el productor está recibiendo prácticamente el mismo precio que el año pasado”. En este sentido, la rentabilidad está comprometida y las expectativas se depositan en una mejora económica general que permita revitalizar el consumo.

Zorzi también aclaró que las imágenes de camiones tirando fruta que circularon recientemente corresponden al año pasado, y hasta el momento no reflejan la situación actual.

Respecto al mercado externo, subrayó que si bien las exportaciones no han recuperado los niveles de la década del 2000, “vienen creciendo lentamente, aunque el costo interno nos hace poco competitivos”. Brasil se ha convertido en el principal destino de los cítricos entrerrianos, desplazando a la Unión Europea por su cercanía y menores costos logísticos.

Consultada sobre cómo lograr un equilibrio en el sector, Zorzi fue contundente: “No tendremos esa situación hasta que las exportaciones realmente tengan algún mercado importante. Hace años que luchamos por la apertura del mercado estadounidense”.

En este escenario, la presidenta de FECIER valoró el rol creciente de las empresas familiares medianas, que han logrado sostenerse mediante una mayor integración en la cadena de valor: “El productor que empaca, exporta, industrializa el descarte o es parte de una cooperativa tiene más herramientas para resistir. Esa es la receta”.

Además, insistió en la necesidad de mantener condiciones fitosanitarias controladas, especialmente frente al HLB, una de las enfermedades más graves que afecta a la actividad citrícola.

Sobre las posibilidades de promover el desarrollo de pequeños y medianos productores, Zorzi sostuvo que “es fundamental bajar la carga tributaria, dar oxígeno al productor y avanzar en una reforma laboral”. En este sentido, denunció que Entre Ríos se encuentra entre las provincias con más juicios laborales y que esa situación desalienta el empleo formal.

FECIER ha presentado un proyecto a nivel nacional para mejorar el marco legal del sector, aunque reconocen que “no está el consenso político necesario”. A pesar de ello, Zorzi afirmó que no bajarán los brazos.

“Hay que seguir adelante y buscarle la vuelta”, concluyó, remarcando la necesidad de eficiencia “tranqueras adentro” y de gestiones “tranqueras afuera” para lograr un sector citrícola sostenible en el tiempo. La citricultura entrerriana, pese a las adversidades, sigue siendo un pilar productivo con fuerte arraigo territorial y cultural.

Temas

• Actualidad
• Entre Ríos
• Política
• Economía

AUTOR

Luciano Borcard

Periodista

Comentarios

Para comentar, debés estar registrado

Por favor, iniciá sesión

INGRESA