Mafalda cumple su sueño de ser intérprete en la ONU
Una escultura de la célebre niña creada por Quino estuvo en el cuarto de los intérpretes de español en la sala donde sesiona el Consejo Económico y Social.
Días atrás, una escultura de la creación del dibujante y pensador argentino Quino recorrió la sede de la ONU en Nueva York, y como la celebridad que es, posó en algunos de los lugares más icónicos del edificio, entre ellos el cuarto de los intérpretes en español. Hasta allí llevó su mensaje de paz, justicia, educación, libertad y sensatez a “un mundo bastante insensato”.
Mafalda, la niña de 6 años, cuya perspicacia la hacía identificar con inocencia la
injusticia y las desigualdades, ha cumplido en su 60 aniversario el sueño que una vez expresó en una de sus viñetas: “aprender idiomas para ser intérprete de la ONU” y “contribuir a que los pueblos se entiendan”.
La estatuilla de Mafalda, esculpida por el artista Pablo Irrgang, llegó este lunes a la sede de la ONU, con el apoyo del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se introdujo en el mismísimo cuarto de los intérpretes de la mismísima sala donde sesiona el Consejo Económico y Social.
En la entrada de la sede, Mafalda hizo su primer fotografía en la icónica escultura de la “No violencia”, la pistola con el cañón anudado -obra del artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd-, donde fue reconocida de inmediato por un grupo de jóvenes japonesas que estaban de visita en la Organización.
“Mafalda es una niña con una mirada única, perspicaz, crítica e interesada en los
problemas mundiales. Una niña de San Telmo, un barrio de Buenos Aires, pero
preocupada por la paz mundial y por lo que le pasaba al planeta”, añade Ricardes.
Guillermo Lavado, sobrino de Quino, señala que “era un sueño de ella contribuir a la paz mundial, quizá un poco inocentemente pensado que siendo traductora de la ONU podía ordenar un poco las ideas de los distintos líderes y armonizarlas para que hubiera menos conflictos y menos guerras”.
Tanto Ricardes, como Lavado y el escultor Pablo Irrgang, que también acompañó a Mafalda en todo su recorrido por los pasillos de la ONU, destacaron que Mafalda sigue siendo actual y no ha perdido vigencia en los 60 años desde que apareció su primera viñeta.
“Mafalda encarna un montón de valores que en este momento en este mundo son supernecesarios: los valores de la paz, el feminismo, la equidad, la igualdad, la ecología, el cuidado del mundo. Son valores tan transcendentes e importantes que, en este momento, son más importantes que nunca”, dijo por Irrgang.
“Lamentablemente, sigue siendo vigente porque los conflictos han cambiado un poco geográficamente, aunque digamos que el Medio Oriente sigue igual desde hace tantos años y desde que (Mafalda) nació, pero siempre tenemos los mismos intereses que producen las mismas guerras”, comentó Lavado.
Por ese motivo, para Lavado, el mensaje que hoy tendría Mafalda seguiría siendo el mismo: “que ojalá nos pongamos de acuerdo como humanidad para colaborar y no competir y estar más con el otro contra el otro”.
Tras pasear por el vestíbulo de la ONU, la estatuilla de Mafalda llegó después a la sala donde sesiona el Consejo Económico y Social y Social, donde fue recibida por el grupo de intérpretes en español, entre ellos, una colega argentina, que expresó cómo su sueño, el de ella y el de Mafalda se cumplió y “dejó una luz de esperanza”.
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