Agente inmobiliario: las claves de una figura en ascenso en el mercado laboral
Desde hace meses, la demanda de agentes dinamiza el sector de real estate. Las aptitudes que los hacen ser cada vez más buscados por los corredores inmobiliarios.
Conscientes de que su actividad resulta determinante en el crecimiento de las inmobiliarias, son cada vez más los corredores que recurren a los agentes inmobiliarios para desarrollar sus negocios. Saben que no sólo representan pilares fundamentales para facilitar la compra y venta de propiedades, sino que también aportan competitividad y consiguen expandir la presencia de las inmobiliarias y las redes profesionales colaborativas en el mercado.
Posicionados como talentos cada vez más requeridos, los agentes inmobiliarios se erigen como emprendedores con perfil proactivo y dinámico: buscan desarrollar su marca personal y quieren crecer económicamente a partir de equipos de trabajo en los que se destaca el uso de las nuevas tecnologías, la profesionalización y la constante capacitación.
Con esos activos como herramientas fundamentales, los agentes inmobiliarios consiguen dar respuesta a las demandas de personalización y de contacto humano que reclaman los consumidores. Si bien se valen de tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada, la realidad mixta y la realidad extendida, estos emprendedores encarnan el factor humano en las empresas de vanguardia. La experiencia de los clientes está en sus manos y su éxito depende directamente de la relación que entablan con las personas.
En ese sentido, además de incorporar las nuevas tecnologías a su trabajo diario, a través de su formación constante y sus habilidades personales cambian la forma en que las personas ven y realizan transacciones en el sector inmobiliario.
Además de ser piezas claves de las operaciones inmobiliarias, los agentes están entre los recursos humanos más requeridos en la actualidad. De hecho, el aumento en la demanda de agentes inmobiliarios está entre los principales factores de dinamización del sector.
En el mercado, esos talentos se han transformado en el mejor captador de clientes y son los que consiguen aportar valor a sus experiencias. A su vez, se maximiza el número de personas que acceden a la posibilidad de un desarrollo personal y profesional, apalancado en la capacitación constante, las nuevas tecnologías y el trabajo colaborativo.
Entre las principales cualidades de los agentes inmobiliarios están las comunicacionales y de negociación, el foco en el cliente, la autodisciplina, la capacidad de generar una red de contactos, la constante formación y las certificaciones, las habilidades tecnológicas, la proactividad, la ética y la honestidad, la transparencia y la orientación a resultados.
La clave está en la propuesta de valor y la experiencia sin fricciones que estas figuras en ascenso consiguen aportar a los clientes.
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